viernes, 8 de junio de 2012

Y a tí... ¿quién te rescata?

Me acaban de remitir esta historia que comparto con todos vosotros...

Pedro López (podrías ser tú). Aparejador 50  años. Compró un  casa unifamiliar  en la nueva zona de  Málaga  - el Palo  - hace 8 años. Hipoteca de  30 años, por valor de 45 millones de pesetas, el 120% del valor de tasación. incluido un viaje de bodas a las islas Cies, oferta especial del director del banco para captación de nuevos clientes con nomina fija de mas de 20 años.

Eran tiempos de bonanza económica, por su puerta entraban gratificaciones y nuevos proyectos de construcción, se viajaba por doquier, se iba de bares los días de fiesta , había televisión de pago, tenia varios ordenadores y un esplendoroso coche de segunda mano comprado a un amigo en un compraventa de autos de importación alemanes,  se hizo una comunión por todo lo alto con ribetes de folletín arrabalero coro rociero incluido, Pedro era un señor en todos los aspectos, pero.....llego la tragedia, todo se vino abajo, primero fueron impagos, después nominas retenidas, mas tarde el despido el paro, la ruina.

Se  separo de su mujer,  por las insufribles riñas diarias , vinieron malos tiempos de abogados  para el matrimonio y su vida de esplendor quedo reducida a la miseria , todo a su alrededor cambio de repente,  amistades , familia , no hubo mas remedio que cortar por lo sanO.

 A los  6  impagos de hipoteca, ante la amenaza del banco por embargarlo, le propuso al banco devolverle la casa . El banco le respondió que lo sentía, que su valor real actual era de 30 millones. Quedaban por pagar 43.

Le embargaron, porque "no es responsabilidad del banco su situación de paro, pero el piso debe pagarse", y además le quedó una deuda de 13 millones. Pedro,  divorciado y con un hijo al que le pasaba pensión, se fue a vivir a un pueblo de  Sevilla , de donde era  su  familia.

El banco embargó durante los 6 meses siguientes a 6,000  Pedros. Y se quedó con 6,000 pisos... Todos ellos contabilizados en su balance a precio de tasación inicial. El banco decía en su balance que la ex-casa de Pedro valía 45 millones, no los 30 por los que le había embargado la casa  a él.

Hace 5 meses, el Banco de España obligó a los bancos a actualizar sus balances y a rebajar los valores de tasación de los pisos un 20% (hasta ellos sabían que estaban inflados). Nuestro banco estalló en cólera. "¡Cómo es eso posible!. ¡¡Nos van a llevar a la ruina!!".
Finalmente el Banco de España forzó al banco a rebajar el valor en sus balances del ex-piso de Pedro a 36 millones. "¡¡Indignante!!" decían. Pero ellos se lo habían retasado a Pedro en 45. Ahora le faltaban al banco 9 millones en su balance que reponer hasta los 45.
 
Pero como el banco tenía 6.000 pisos de 6.000 Pedros, esos 9 millones en rojo se convertían en 54.000 millones de pesetas. Gran expectación. ¿Qué diría el Banco de España al antiguo banco de Pedro? ¿Le diría lo mismo que ellos a Pedro? ¿Diría "no es responsabilidad del Banco de España vuestros números rojos, pero debéis pagarlos"? ¿Le quitaría el Banco de España al banco sus pisos y la licencia bancaria?

Pues no. El Gobierno y el Banco de España acudieron al rescate del banco. Porque claro, esta bonito que Pedro puede irse a un pueblo de  Sevilla a malvivir de un alquiler misero, pero que caiga un banco está feo. Así que el Gobierno acudió primero a los fondos de la seguridad social (del paro), y le quitó parte del subsidio a Pedro para poder rescatar al banco que le había quitado su casa . para ello tambien le subio el iva,  la luz , le recorto en medicinas etc...
Pero como no era suficiente, emitió bonos, que le vendió a "los mercados". Y con el dinero que le dieron al Gobierno los mercados, pudo rescatar al pobre banco. Bonos –junto con los intereses- que tendrían que pagar Pedro, sus hijos y hasta sus nietos. Por un  casa  que su abuelo compró y que ya no tenía.

Pero el tiempo pasó, y llegó el momento de devolver su dinero a "los mercados". Y el Gobierno no lo tenía. Primero emitió más bonos, para pagar los primeros y sus intereses, y luego otros... Hasta que había tantos bonos en el mercado, que cada vez valían menos, y ya nadie los quería.

Entonces "los mercados" –ellos sí–, le dijeron al Gobierno lo que el banco le había dicho a Pedro "no es responsabilidad de los mercados tu situación de deuda, pero la deuda debe pagarse". El Gobierno se indignó. Llamó especuladores a los mercados, ¡ruines!, y acudió al Banco Central Europeo para que comprara nuevos bonos –que ya nadie quería– para pagar a los mercados.
Pero entonces Europa impuso al Gobierno unas condiciones muy duras, y el Gobierno hizo unos grandes recortes sociales. Y ahora Pedro, sin piso y con menos paro, no podia tomarse la cerveza de los domingos.  ¡Qué malos son los mercados! Que piden al Gobierno lo mismo que el banco pidió a Pedro antes de quitarle su piso. ¡Qué bueno es nuestro sistema financiero!, al que hay que ayudar para evitar la mala imagen que daría el que un banco cayera.

Por eso, Pedro, no te preocupes, que mientras estás en  Sevilla , sin tu casa y sin la cerveza del domingo, puedes estar tranquilo, porque el sistema financiero –que te quitó tu piso y te endeuda a ti, tus hijos y nietos- será rescatado por el Gobierno.

 Y ahora nos preguntamos: ¿Por qué no le damos el dinero del rescate a Pedro, para que se tome la cerveza del domingo y no cierre el bar de la esquina; para que busque trabajo y lleve al  niño al cine alguna vez,  y no cierre el centro comercial; y para que se quede con su  casa de Málaga, y quiza pueda algun día rehacer su vida,  y no haya que rescatar al banco por haberse quedado con la casa  de Pedro y toda miseria que aquello acarreo?

Y los gobiernos hablando de grandes magnitudes y sistemas, los sindicatos Organizando cursos de verano   (y de otoño, invierno y primavera)... Y el pobre Pedro en  Sevilla  abandonado a su suerte... Porque no es un gran número, ni una prima de riesgo… Sólo un ciudadano normal. Y pobre.

Leia Mais…

La Crisis explicada con Burros.



DEUDAS y BURROS


Se solicitó a un prestigioso asesor financiero que explicara esta crisis de una forma sencilla, para que la gente de a pie entienda sus causas.

Este fue su relato:


Un señor se dirigió a una aldea donde nunca había estado antes y ofreció a sus habitantes 100 euros por cada burro que le vendieran.

Buena parte de la población le vendió sus animales.

Al día siguiente volvió y ofreció mejor precio, 150 por cada burrito, y otro tanto de la población vendió los suyos.

Y a continuación ofreció 300 euros y el resto de la gente vendió los últimos burros. Al ver que no había más animales, ofreció 500 euros por cada burrito, dando a entender que los compraría a la semana siguiente, y se marchó.


Al día siguiente mandó a su ayudante con los burros que compró a la misma aldea para que ofreciera los burros a 400 euros cada uno.

Ante la posible ganancia a la semana siguiente, todos los aldeanos compraron sus burros a 400 euros, y quien no tenía el dinero lo pidió prestado. De hecho, compraron todos los burros de la comarca.

Como era de esperar, este ayudante desapareció, igual que el señor, y nunca más aparecieron.

Resultado:

La aldea quedó llena de burros y endeudados.

Hasta aquí lo que contó el asesor. Veamos lo que pasó después:

Los que habían pedido prestado, al no vender los burros, no pudieron pagar el préstamo.

Quienes habían prestado dinero se quejaron al ayuntamiento diciendo que si no cobraban, se arruinarían ellos; entonces no podrían seguir prestando y se arruinaría todo el pueblo.

Para que los prestamistas no se arruinaran, el Alcalde, en vez de dar dinero a la gente del pueblo para pagar las deudas, se lo dio a los propios prestamistas. Pero estos, ya cobrada gran parte del dinero, sin embargo, no perdonaron las deudas a los del pueblo, que siguió igual de endeudado.

El Alcalde dilapidó el presupuesto del Ayuntamiento, el cual quedó también endeudado. Entonces pide dinero a otros ayuntamientos; pero estos le dicen que no pueden ayudarle porque, como está en la ruina, no podrán cobrar después lo que le presten.

El resultado: Los listos del principio, forrados. Los prestamistas, con sus ganancias resueltas y un montón de gente a la que seguirán cobrando lo que les prestaron más los intereses, incluso adueñándose de los ya devaluados burros con los que nunca llegarán a cubrir toda la deuda. Mucha gente arruinada y sin burro para toda la vida. El Ayuntamiento igualmente arruinado.

Leia Mais…